-¡Malfoy!
-exclamó Ron iracundo al descubrir quién sería el tercer polizón
que le entorpecería el viaje que había estado preparando desde
hacía meses con sus amigos. Su madre se lo había tenido bien
callado, tan sólo le dijo que debía llevar a su hermana y a una
compañera de clase.
-Weasley
-Draco correspondió al saludo con la misma rabia. Se sentía
abochornadísimo. Después de haber alardeado tanto de sus bienes
materiales durante varios cursos, ahora tenía que tragarse su
orgullo y subir al coche de segunda mano de uno de sus rivales en el
instituto. Lo que le hacía recordar algo peor, los compañeros de
viaje que tendría le eran de sobra conocidos, y eso que no habían
salido del coche.
Ginny
recogía su maleta con ayuda de su madre mientras escuchaba sus
recomendaciones y advertencias una y otra vez; que llamase al llegar,
que tuviera paciencia con Ron ya que tan sólo serían unas horas y
llegarían por la noche, que comiese bien, que estudiara...
Mientras,
Luna se distraía a su lado abriendo y cerrando su mochila.
A
parte, los dos chicos se acercaron para comenzar su recital de
indirectas e insultos:
-De
modo que, al final lo has reconocido -dijo Ron mostrando una sonrisa
burlona y de suficiencia-. Has admitido que eres subnormal y has
tenido que apuntarte al campamento a la fuerza. Pringado.
-El
pringado eres tú, sucia comadreja -respondió el rubio frunciendo el
ceño y apretando los puños-, que tienes que interrumpir tu aburrida
excursión. Pienso hacerte el viaje imposible.
-Lo
mismo te digo, y esta vez estas solo. Veremos quién puede más.
Tengo dos personas de mi parte a las que conoces de sobra.
-Lo
suponía. ¿Cómo te ibas tú a apartar de la chusma?
Ginny
ignoraba de vez en cuando a Molly y ponía a atención a la
conversación entre ambos chicos. Eso la desesperaba, podrían
pasarse la vida entera insultándose.
-Haced
el favor de calmaros -dijo la señora Weasley muy severamente mirando
a su hijo cuando notó que empezaban a alzar el tono de voz y
hablaban más apresuradamente-. Por un día, solamente por un día,
quiero que os olvidéis de vuestras diferencias para que todos
llevéis un viaje tranquilo. Tu madre me ha pedido expresamente que
te vigile, Draco.
Ron
hizo una mueca burlona.
-Y
tú, más vale que te comportes -dijo Molly posando los ojos en el
pelirrojo consiguiendo que ambos chicos se estremecieran-. Nada de
discusiones. Tened en cuenta que sólo serán unas horas. ¡Dejad de
comportaros como niños!
Draco
se dirigió a las escaleras a por su maleta mirando al otro chico aún
malhumorado.
En
ese momento los amigos de Ron salieron a saludar a sus nuevos
compañeros de viaje. Molly se dirigió hacia la camioneta para
saludarlos con maternal efusividad. Ginny ponía atención para ver
quiénes eran pero su hermano la distrajo.
-Bueno,
pues aquí estamos -quería hacer notar su resentimiento-. Parece que
no me libro de ti ni en verano. Estarás contenta, me estás chafando
el viaje.
Ella
le miró con desdén, sin embargo no respondió.
-Dime,
¿acaso lo tenías planeado? -el muchacho se cruzó de brazos.
-Sí,
Ron, por supuesto -dijo la chica sarcásticamente-, no tengo otra
cosa que hacer que meterme en tus estúpidos asuntos. Esto me hace
tan poca gracia como a ti, así que, tengamos la fiesta en paz
-frunció el ceño y se marchó a por sus maletas.
El
pelirrojo no cambió su gesto de disgusto y se quedó esperando con
las manos en los bolsillos a que todos cogieran sus maletas y a que
su madre saludara a sus amigos.
Al
cabo de un momento Molly se acercó a Ginny y a Luna.
-Bueno,
espero que tengáis buen viaje, chicos -dijo lanzando un suspiro
dando un abrazo a su hija y dos besos a Luna-. Ya lo sabéis, llamad
cuando hayáis llegado -lanzó a Draco una mirada algo severa para
después despedirle con un movimiento de cabeza con mirada tranquila
y seguidamente fue a despedirse de Ron.
-Tengo
un recado que hacer antes de que vuestro padre salga del trabajo -le
dijo-. A ver si se nos logra coger el avión. Como no nos dé tiempo
a facturar... -decía poniendo cara de angustia- Recuerda, Ronald,
las chicas están bajo tu responsabilidad.
-Que
sí, mamá -dijo Ron entornando los ojos-, ellas saben cuidarse
solitas. No te estreses más y ponte en marcha, anda.
-Haz
un esfuerzo por llevarte bien al menos con tu hermana -le suplicó en
susurro acariciándole la mejilla, tal gesto maternal produjo en el
chico una respuesta de rechazo y se apartó enseguida.
Ginny
siguió a su madre con la mirada observando cómo se marchaba
apresuradamente. Ese acto le daba la señal definitiva de que todo
eso iba en serio, no había vuelta atrás. Sólo cuando Molly pasó
cerca del coche de su hermano para coger un taxi volvió a percatarse
de la presencia de los amigos de Ron.
Una
chica no muy alta, de pelo largo, rizado y castaño, con ojos cafés,
dejaba entreabierta la puerta del copiloto. Llevaba una camiseta de
tirantes gris debajo de una chaqueta rosa claro de manga larga y
capucha, con unos piratas vaqueros y unas deportivas blancas. A Ginny
le sonaba de algo, sorprendida, observó cómo la chica se acercaba a
ella.
-Hola,
Ginny -le dijo-, no sé si te acordarás de mí, sólo nos hemos
visto un par de veces. Soy Hermione Granger, compañera de clase de
tu hermano.
-Ah,
pues no, lo siento -respondió la pelirroja mostrando una tímida
media sonrisa, ambas se saludaron con dos besos en la mejilla-. Bueno
quizás sí, de vista por el instituto. Soy muy mala para las caras.
A
Hermione le hizo gracia el comentario. Parecía muy amable. Ginny
pensaba que demasiado para juntarse con su hermano. De todas formas,
aunque la hubiera visto por el instituto, pensaba que era por algo
más, algo que no lograba recordar en ese momento. Seguidamente la
amiga de Ron reparó en Luna, la miró algo sorprendida.
-Vaya
-le dijo-, no esperaba que tú también fueses nuestra compañera de
viaje, Lunati... ¡Luna! -intentó corregirse avergonzada. Todos los
allí presentes conocían de vista a la joven extravagante que a
veces vagaba por los pasillos del instituto y estaban acostumbrados a
escuchar más los apodos con los que Luna tenía que cargar en vez de
su nombre. A esas alturas era difícil no habituarse a llamarla
"lunática", "frikilún", o "la duende
loca", pero la aludida no parecía molesta en absoluto, sonrió
a la castaña.
-Hola,
Hermione. Tampoco esperaba encontrarte, ¿qué tal os fue al grupo y
ti en el concurso?
-Muy
bien, pero te echamos en falta -mintió en parte la joven intentando
ser cordial.
-¿Concurso?
-intervino Ginny algo confusa.
-¿Es
que la conoces? -preguntó Ron a Hermione en una mezcla de sorpresa y
decepción por enterarse de que una de sus mejores amigas se juntaba
con tal personaje como Luna "lunática" Lovegood.
-Bueno,
Luna y yo estamos en el mismo club de arte y en el de literatura, y
este año, como ya habréis oído, el instituto se ha presentado,
junto con el club de ciencias, a un concurso entre institutos de la
región que se organiza a final de curso. ¿No os acordáis?
-Ah,
ya -dijo el pelirrojo asintiendo-, no has parado de hablar de eso en
semanas -entornó los ojos.
-¿Podemos
irnos ya? -intervino un impaciente y molesto Draco arrastrando su
maleta a la vez que se acercaba al grupo- Cuanto antes salgamos,
antes nos perderemos todos de vista.
-Tú
siempre tan agradable, Malfoy -dijo Hermione reparando en él por
primera vez desde que salió del coche, mirándole de una forma muy
desagradable.
-Y
tú siempre tan pesada, Granger -contestó devolviendo la mirada.
-Bueno,
-intervino Ron-, hechas las presentaciones, en marcha, se nos hará
tarde.
-Pero
qué prisas llevas siempre, Ron -se escuchó una voz proveniente de
la camioneta y una puerta cerrarse-. Deja que antes les ayudemos con
el equipaje por lo menos.
Ginny
sintió cómo su corazón se aceleraba al ver que el chico que se
acercaba al grupo era, nada más y nada menos que, Harry Potter, el
mejor amigo de su hermano...
¡¡¡¿¿¿¿Cómo
diablos se le pudo haber olvidado que él también iba????!!!
Harry
era el único amigo al que su hermano llevaba a casa, por lo tanto,
el único al que Ginny había hablado, el único que era amable con
ella si se encontraban por el instituto, el único que la ponía
nerviosa y le dejaba la mayor parte del tiempo sin habla. Por eso,
aunque tuvieran una relación cordial, sus conversaciones eran
siempre muy pobres y Ginny no había tenido el valor ni buenas
oportunidades de conocerle a fondo, cosa de la que se arrepentía.
Pero ahora estaban allí, iban a compartir un día entero de viaje en
el asiento trasero del coche de su hermano, podría darle una muestra
más de su existencia. Sin embargo, sentía muchos nervios, no sabía
cómo actuar. Pensaba que lo mejor sería no prestarle demasiada
atención, tan sólo se preguntaba cómo lo iba a lograr.
Harry
era un chico un poco más bajo que su hermano, moreno, de ojos
verdes, pelo corto y desordenado, y con gafas. Además, poseía una
peculiar cicatriz en forma de rayo que, según pudo oír Ginny
comentar a su hermano en casa con Fred y George, se la había hecho
de pequeño al caer por unas escaleras. Iba vestido con unos
vaqueros, unas deportivas blancas, una camiseta azul claro de manga
corta y por encima una chaqueta gris.
Cuando
la chica salió del trance, pudo percatarse de que el muchacho de
pelo azabache estaba ya cerca de ella saludándola.
-¿Qué
tal, Ginny? -preguntó de forma amistosa, mirándola de una forma
algo analítica con sus finos ojos verdes.
-H-hola
-saludó ella algo tímida pero sonriente.
Se
sintió estúpida e incómoda, definitivamente quería evitar a ese
chico como fuera o, si no, todos pensarían que sufría algún tipo
de trastorno o retraso por tartamudear o lanzar ligeros aspavientos
como lo hacía. ¿Pero qué le estaba pasando? Ella no era así en
realidad.
-Ya
te acordarás de Harry -dijo su hermano.
Ginny
tomó aliento y respondió.
-Claro
que me acuerdo. Le veo contigo a veces por el instituto -suspiró-.
Hace mucho que no vienes por casa...
-Sí,
es verdad -afirmó el muchacho riendo tímidamente-. Yo diría que he
no vuelto a ir desde antes de Navidades. He estado muy ocupado. Pero
se echa de menos esa casa...
-Pues
no sé por qué no me visitas más, bobo -dijo su hermano en plan
amistoso-. Mi casa es tu casa, lo sabes de sobra.
-Ya
Ron, pero a lo mejor molesto...
-Qué
va -dijo Ginny antes que Ron, a lo que Harry respondió con una
sonrisa que dejó a su hermano extrañado.
-¿Queréis
dejar ya la charlatanería y subir al coche? -volvió a quejarse
Draco ya desesperado-. Como si no os vieseis en años...
-Calla,
Malfoy o te dejo en tierra -contestó Ron.
-Entonces
le comentaré a tu madre ese acto tan descortés -dijo mostrando una
sonrisa maligna.
-Yo
también me alegro de verte, Draco -dijo Harry en forma de saludo y
con desinterés.
-Tan
sarcástico como Granger.
Al
comenzar al instituto, toda esa maraña de confrontaciones, críticas
y rivalidad que se había formado entre los chicos había empezado en
una tensa discusión sólo entre Harry y Draco, pero con el tiempo
esa tensión se había ido moviendo hacia Ronald y el joven Malfoy,
dejando un poco a Harry de lado, creando una fuerte rivalidad. Harry
parecía haberse vuelto el más maduro de los tres y se había
limitado a ignorar por completo a Draco saliendo de su juego, cosa
que Ron no conseguía y se negaba a conseguir solamente para lograr
quedar por encima, para ambos era cuestión de orgullo y dignidad.
Ginny
y Luna cogieron sus maletas con ayuda de Hermione y comenzaron a
dirigirse a la camioneta.
-¡Alto!
-exclamó Ron algo alarmado al ver que su amiga iba a comenzar a
situar a las nuevas viajeras en su tesoro automovilístico. Se acercó
a la puerta del conductor seguido por Harry-. Antes de nada, quiero
dejar algo claro para todos, tan sólo unas cuantas normas: el
primero que fume, babee, coma o ponga un pie encima del tapizado de
los asientos está muerto. Nada de ensuciar, nada de quejas, nada de
preguntar si falta mucho ni si podemos parar. Si queréis música, os
ponéis unos casos porque mi emisora de radio es sagrada, y por
supuesto...
-¡Cállate
ya, pesado! -exclamó Ginny exasperada, cruzándose de brazos. Harry,
Hermione y Draco aguantaron la risa, algo extrañados, y Luna se
limitaba a contemplar la escena impasible-. Es sólo un coche y que
seas el dueño no te da derecho a ser tan borde. Para empezar, no
somos niños de tres años, podemos viajar sin ensuciar como dices, y
habría que ver cómo cuidas tú las cosas de los demás... Incluso
da miedo entrar en tu cuarto de lo "limpio y ordenado" que
lo tienes -la pequeña pelirroja pareció quedarse a gusto tras eso,
dirigió una leve mirada a su derecha y vio que Harry la estaba
mirando y que se reía por lo bajo. Se sonrojó un poco por su
comportamiento pero se quedó satisfecha. Perdía el control cuando
se sentía molesta con Ron.
-¡Quién
te crees que eres para darme órdenes, Weasley!
-Calla,
Malfoy, mi coche, mis normas. Ya os advierto a los tres desde este
momento -dijo Ronad señalando más a Draco y a su hermana que a
Luna.
-Ron,
déjalo ya -dijo Harry con calma.
-A
ver -intervino Hermione, quien empezaba a cansarse-, todos somos
conscientes desde un principio que este no es un viaje completamente
deseado para algunos de vosotros.
-¡Pues
no! -intervino Malfoy- Si me hubieran dado a elegir otro medio de
transporte, hubiera preferido ir en burro -dijo con malicia mirando a
la camioneta Toyota-. Sería más limpio y confortable que esto.
-¡Pues
vete a buscarlo, los de tu especie os entendéis a la perfección!
-dijo Ron provocando una leve risita en Luna, lo que hizo que Draco
reparase en ella con el ceño fruncido.
-¿Me
dejáis terminar? -preguntó Hermione en tono severo parecido al que
usó Molly con ellos, haciendo que el rubio y el pelirrojo guardasen
silencio-. Os propongo hacer una tregua durante las horas de viaje.
Intentemos ser amables -dijo mirando a Ginny y Ron, que compartieron
una mirada casi de asco-, y si alguien no está de acuerdo, que se
pase el viaje en voto de silencio, que no hable si no es
absolutamente necesario, así todo se nos hará más corto y
llevadero.
-Me
parece una buena idea -comentó Harry.
-¿No
creéis que sin hablar el viaje se hará más largo y aburrido?
-preguntó Luna pensativa. -Bueno, depende... Yo por ejemplo tengo
algo de lectura y me gusta ir callada...
-Bueno,
el que no quiera colaborar corre el riesgo de ser ignorado, así es
como si también hiciese voto de silencio.
-Creo
que no hay más opciones... -comentó Ginny.
-Pues
yo opto por lo del voto de silencio -dijo Draco lanzando un suspiro y
cruzándose de brazos-, ¡pero que conste que a mí nadie me puede
obligar a estar callado y menos una panda como vosotros!
-Pues
si quieres tener el viaje en paz para después olvidarlo, te aconsejo
que cierres la boca, Malfoy -dijo Harry en un tono sosegado pero algo
más serio.
-Bueno,
ahora sí, pongámonos en marcha -dijo Ron exasperado montando en el
coche.
Todos
comenzaron a ocupar sus asientos. Justamente cuando Ginny iba a abrir
la puerta Harry se le adelantó y le ayudó con su pesada mochila.
-Adelante
-dijo el muchacho.
-Gracias
-respondió Ginny mostrando una media sonrisa.
Dentro,
el espacio, aunque no lo parecía, era amplio. En la parte delantera
Ron ya había puesto la radio y estaba arrancando el coche
deleitándose con el ronroneo del motor. Mientras, Hermione ocupaba
el asiento del copiloto, bajaba su ventanilla y se disponía a
consultar un mapa que la señora Weasley le había entregado. En la
parte de atrás, Luna había entrado la primera, sentándose detrás
del asiento de Ron, junto a la ventanilla ya que le encantaba
contemplar el paisaje. Después la siguió Draco sentándose a su
lado y luego Ginny cogiendo la mochila que Harry le había sostenido
para que luego el muchacho de gafas se sentase a su lado. Ambos
jóvenes se miraron un momento y de repente Ginny le puso un punto
positivo al viaje.
La
joven pensaba que los amigos de su hermano vendrían en un grupo más
amplio y que serían más desagradables después del inconveniente de
tener que perder horas de viaje para llevarla a ella ya sus
compañeros de campamento pero, al parecer, el único antipático y
desagradable era Ron, que ni se molestó en saludarla como es debido
ni a ella ni a su compañera, tampoco se ofreció a ayudar con el
equipaje, solo se centraba en sus peleas con Malfoy, quien tampoco
ponía la cosa fácil.
Ginny
miró a su izquierda por la ventanilla del lado de Harry y pudo notar
que el tiempo empeoraba. El sonido de una canción de Rock en la
radio inundó el ambiente y, por fin, se pusieron en marcha.


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